Del ring a hacer trucos, en un documental

Muchas de las personas que se subieron a un ring no terminaron de la manera deseada. El boxeo es un deporte dónde el común de los pugilistas se inician para salir de la marginalidad en la que viven y una vez retirados, un buen número tienen un futuro incierto.

La historia de Gabriel Bermejo es distinta. Una vez retirado del boxeo comenzó a inclinarse por la magia y es su sustento para vivir. Es contratado para eventos privados y cuando no tiene actividad pactada lo hace “a la gorra” en distintos lugares, lo que le permite

subsistir con comodidad.

Hace poco lo contrataron para grabar una serie de 4 capítulos sobre exboxeadores y al indagar sobre su vida, los productores se vieron sorprendidos por el cambio rotundo que había experimentado ya que el resto de los pugilistas entrevistados habían tenido todo tipo de problemas personales y con la Justicia.

La productora Nenuco, que ofrece productos para Espn y NetXix, por ejemplo, es la encargada de Zlmar el documental del pergaminense, que se podrá ver en toda Latinoamérica desde marzo.

“Mi historia es el puente entre el arte y el deporte de alto rendimiento; en este caso, el boxeo como un deporte ‘agresivo’”, explicó Gabriel Bermejo a PRIMERA PLANA.

“Estuvimos grabando en Pergamino durante 2 días, con mi familia, en los lugares donde me manejó, en distintos restaurantes de la Avenida haciendo trabajo a la gorra, una modalidad que implemente en la pandemia e incluso fuimos a grabar al Cementerio Parque La Merced, dónde tengo a mi hermano (Hernán) fallecido”, detalló.

El pergaminense también dijo que “luego, en Buenos Aires, estuvimos grabando en Costanera Sur, dónde está la reserva ecológica; en el Almagro Boxing Club, donde se realizó la parte de boxeo con una exhibición, subiendo al ring a ayudar y hacer guantes con los boxeadores que están compitiendo, después de muchos años”.

El expugilista, hoy mago y ventrílocuo, señaló que “estoy muy contento con esta oportunidad que se me dio de poder contar mí historia”.