El silencio del INTA y una nota para que continúe el proyecto sobre agroquímicos

El ingreso de una nota formal dirigida a distintas autoridades del Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA) para reclamar la continuidad de Argentina en el proyecto internacional “Sprint”, que
busca estudiar y medir las cantidades de agroquímicos en el cuerpo humano y también en los
ecosistemas, fue una de las últimas acciones que encararon las y los voluntarios que participaron en el
muestreo tras una reciente reunión con el INTA. En ella, aseguran, el nuevo director del organismo

estatal, Ariel Pereda, se comprometió a elevar su pedido aunque les planteó “no tener nada que ver” con
la decisión del Consejo Directivo de posponer la difusión pública de los resultados y la participación del
país en el estudio.
Ante la falta de respuestas en torno a la continuidad del proyecto “Transición sostenible de protección
vegetal: un enfoque de salud global” (Sprint, por sus siglas en inglés), las y los 73 voluntarios de
distintos partidos del sur de la Provincia de Buenos Aires (entre ellos de General Pueyrredon) que
participaron del muestreo en noviembre de 2021, decidieron en las últimas semanas a partir de una
reunión virtual con el organismo ingresar una nota formal dirigida al consejo directivo del INTA.
El estudio Sprint inició en 2020 y está pautado para desarrollarse durante un total de cinco años.
Participan Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Francia, Portugal, España, Italia, Suiza, República
Checa y Argentina, país elegido y financiado por la Unión Europea por ser uno de los principales
exportadores de soja y otros cultivos para el consumo de su ganado.
Sin embargo, en julio, quienes participaron como voluntarios y voluntarias junto a distintas
organizaciones en una jornada frente a la delegación local del INTA, denunciaron que el organismo
estatal había “pospuesto” sin una justificación razonable la publicación de los resultados que debía
realizarse el 21 de junio y que apartó del estudio a la científica Virginia Aparicio, una ingeniera agrónoma
experta en la materia, a cargo del proyecto y quien debía presentar esos resultados.
Días después de esas denuncias públicas, que incluyeron la voz del colectivo Paren de Fumigarnos,
investigadores y profesionales del propio organismo, el INTA ―a través de una resolución con fecha del
5 de julio― “pospuso” la participación de Argentina en el proyecto Sprint “hasta tanto no se cuente con
los informes y antecedentes de los avances de las actividades efectuadas”.
Desde entonces, el reclamo de quienes participaron como voluntarios se centró en obtener algún tipo de
respuesta oficial de los resultados que, si bien habían sido presentados individualmente por el
organismo a cada participante, no incluyeron una explicación de qué implica tener una “mezcla” de
agroquímicos en el cuerpo.
En un informe periodístico que abarca la experiencia de dos voluntarios de General Pueyrredon, Qué
digital expuso que de esos resultados se desprende, a grandes rasgos y sin distinción entre zonas
periurbanas y urbanas (como el centro de Mar del Plata), que las personas analizadas en Argentina
tienen restos de hasta 10 agroquímicos en la sangre, de 6 a 13 en la orina, 18 en la material fecal y hasta
86 agroquímicos diferentes en el polvo de sus hogares.
UNA REUNIÓN CON EL NUEVO DIRECTOR
NACIONAL DEL INTA
Semanas atrás, quienes participaron del Sprint fueron convocados a una reunión virtual para el 4 de
septiembre en la que se presentó el nuevo director nacional del INTA, Ariel Pereda, el
veterinario que asumió en reemplazo de Carlos Parera.

Allí, Aparicio presentó los resultados sobre los agroquímicos encontrados en los participantes aunque
“todo fue rápido”, según expusieron las personas muestreadas. Según relató Esteban, voluntario de
General Pueyrredon, Pereda “pidió disculpas por cómo se había manejado el tema aunque se excusó
diciendo que el Consejo Directivo era el que había decidido suspender la participación del INTA en el
proyecto Sprint“.
En esa misma línea, sostuvo que, como recién asumía, Pereda dijo que “él no tenía nada que ver con la
decisión del Consejo Directivo”, y que ahora, sin un plazo de fecha estimado, esa máxima área del
organismo estatal “va a tomar una decisión de si continúa con la suspensión o no“.
Con la sensación de que el nuevo director del INTA “se desentendió” y de que la reunión “fue media
‘secreta’ porque no hubo convocatoria ni a la gente de los departamentos del INTA de Balcarce”, las y
los voluntarios resolvieron, en busca de alguna respuesta, ingresar una nota formal.
“En un momento de la reunión nos dijeron que querían preservarnos a nosotros, por la
confidencialidad. Pero nosotros justamente lo que queremos es que se difundan los resultados. Fue un
poco rara la situación y después de eso, no hubo ninguna respuesta por parte del INTA. El director se
comprometió a transmitir nuestro pedido al Consejo pero no hemos tenido ninguna respuesta”,
aseguró Esteban.
A raíz de ello, quienes participaron del estudio decidieron ingresar una nota formal dirigida al Consejo
Directivo del INTA que es el área de “máximo nivel de decisión”, conformada por un presidente, Mariano
Garmendia ―quien días atrás afirmó que los resultados del Sprint “no están prohibidos”―, y
vicepresidente, Nacira Belén Muñoz, designados por el Poder Ejecutivo Nacional.
El Consejo Directivo, a su vez, está integrado por un cuerpo colegiado con cinco representantes
del sector público y cinco representantes del sector privado para “garantizar una activa participación del
sector productivo en la fijación de las políticas y estrategias globales de decisión institucional así
como el control social de su accionar”.
Más allá del argumento del nuevo director nacional del INTA ante su nueva asunción, los voluntarios
reparan en la responsabilidad del organismo al momento de firmar el contrato con un “consorcio de
diferentes instituciones” que llevan adelante el proyecto y que “está incumpliendo”

FUENTE: http://www.primeraplana.com.ar/el-silencio-del-inta-y-una-nota-para-que-continue-el-proyecto-sobre-agroquimicos/