Cada 9 de noviembre el país conmemora la primera transfusión de sangre anticoagulada, cuyo hito histórico, realizado por el científico argentino Doctor Luis Agote en 1914, marcó un antes y un después en la medicina transfusional.
Este miércoles la Argentina celebra el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre en homenaje al científico argentino Doctor Luis Agote. Un día como hoy, pero en 1914, el médico e investigador realizó la primera transfusión en el país y transformó el ámbito de la ciencia y de la humanidad.
La transfusión de sangre anticoagulada, lograda en el Hospital Rawson de Buenos Aires hace 119 años, fue un hito histórico que marcó un antes y un después en la medicina transfusional, ya que de forma previa se había intentado pero sin éxito.
La novedosa técnica, de ese entonces, fue una pieza fundamental para el desarrollo de la Hemoterapia y de los Bancos de Sangre. Ambas ramas de la medicina son las que permiten la realización de trasplantes y facilitan el tratamiento de patologías complejas por medio de la utilización terapéutica de los componentes sanguíneos.
En ese marco, la comunidad científica entiende que este descubrimiento trajo un aporte revolucionario a la medicina transfusional, a la historia de la ciencia y a los seres humanos.
En 2003, la Legislatura de CABA promulgó la Ley 1.038, que instituyó al 9 de noviembre como el Día del Donante Voluntario de Sangre y Hemocomponentes.
Un año más tarde, en 2004, se sancionó la Ley 25.936, que estableció a dicha fecha como el Día Nacional del Donante Voluntario y Habitual de Sangre.
Reconocimiento del donante voluntario en Argentina
Esta fecha tiene como objetivo reconocer a les donantes voluntaries, quienes ponen a disposición su recurso humano para aquelles que lo necesitan. Además, la conmemoración brinda una oportunidad para concientizar sobre la importancia del abastecimiento de sangre y productos sanguíneos para transfusiones.
La contribución de les donantes voluntaries es imprescindible para garantizar el acceso a transfusiones de sangre seguras, los sistemas sanitarios deben disponer de cantidades suficientes.
Según estadísticas del Estado, del total de sangre donada en el país, un 45% se brinda de manera voluntaria y el resto corresponde a pedidos por operaciones. Este procedimiento se realiza en alrededor de 15 minutos y puede salvar hasta cuatro vidas.
Otros fines que plantea la fecha en cuestión están relacionados con la promoción de esta actividad como un acto de cuidado, así como también una acción de salud humana y de solidaridad mutua entre las personas.
En el marco de esta práctica voluntaria, el Gobierno nacional plantea en su sitio institucional las siguientes líneas de acción respecto de la donación de sangre:
Promover la donación de sangre voluntaria y habitual, abandonar el modelo de la reposición, fortalecer la seguridad transfusional y, en el marco de los principios de “equidad, universalidad y eficiencia”, disponer de un recurso humano como es la sangre para les integrantes de la comunidad que lo requieran.
¿Quiénes están en condiciones de donar sangre?
En las jornadas habilitadas, podrán donar sangre quienes cumplan con los siguientes requisitos: personas entre 18 y 65 años que gocen de buena salud y pesen más de 50 kilos.
También podrán participar aquellas que hayan donado de forma previa, aunque con una diferencia de tiempo de por lo menos 8 semanas.
Para donar, se requiere presentar el DNI, Cédula de Identidad, pasaporte o cualquier otro documento que acredite identidad. Asimismo, es necesario haber cenado y descansado. Cabe mencionar que no se debe concurrir con un ayuno prolongado: se puede desayunar.
Por otro lado, no podrán donar quienes se hayan realizado tatuajes o piercings en los últimos seis meses, o tuvieron cirugías en el último año.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció al 14 de junio como el Día Mundial del Donante de Sangre “para agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos”.
El organismo sostiene que las personas donantes “contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida, y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas”.
“Tienen una función vital en la atención materno infantil, el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres naturales o causados por el hombre”, concluyeron en un comunicado.