La ONU alertó acerca de la incompatibilidad entre la IA y los Derechos Humanos

El máximo representante de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, Volker Türk, sostuvo que el surgimiento de las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) constituyen una paradoja para el progreso. Así lo afirmó este último jueves en la Cumbre sobre Inteligencia Artificial Generativa y Derechos Humanos.

El referente del organismo internacional expresó su preocupación por la capacidad que tienen estos nuevos desarrollos para moldear sociedades e influir en la política global. En consecuencia, advirtió sobre la necesidad de una regulación para el resguardo de los derechos básicos de las personas y que, además, promueva conductas empresariales responsables.

Para el comisionado, la paradoja consiste en que, si bien estas tecnologías ofrecen soluciones a situaciones complejas, a su vez, implican “un alto riesgo de socavar la dignidad y las garantías fundamentales de las personas”.

“Por un lado, podría revolucionar la forma en que vivimos, trabajamos y solucionamos algunos de nuestros desafíos más complejos. Por otro, aumenta los riesgos profundos de socavar la dignidad y los derechos humanos”, afirmó.

Consecuencias negativas de las IA

En su exposición, Volker Türk resaltó que se deben evaluar los distintos campos “en los que la inteligencia artificial pueda tener efectos transformadores en sentido negativo”. Para ilustrar su argumento, ejemplificó acerca de áreas como “el combate a la discriminación, la participación política, las libertades civiles o el acceso a servicios públicos”.

Cabe recordar que, en relación con esta problemática, distintos actores sociales y políticos han efectuado denuncias en torno a campañas de desinformación o fake news que encuentran impulso en las IA. Estas producciones, en muchos casos, atentan contra el desenvolvimiento político de las naciones o contra sus procesos electorales.

Por otra parte, una de las preocupaciones actuales en el mundo se refiere a los algoritmos construidos en base a sesgos o estereotipos. Múltiples especialistas han considerado que este tipo de desarrollos digitales pueden afectar sensiblemente a etnias, colectivos y a personas en general.

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La ONU consideró que Estados, corporaciones, sociedades e individues deben garantizar que la IA sirva a los mejores intereses de la humanidad. Crédito: El Nacional

En este contexto, Türk consideró como “crucial que los derechos humanos se integren a todo el ciclo de vida de las tecnologías de inteligencia artificial”. Para alcanzar dicho objetivo, señaló que es necesario un esfuerzo de concertación entre “los gobiernos y las corporaciones para establecer marcos eficaces de gestión de riesgos y barreras operativas”.

“Más que ninguna otra cosa, la inteligencia artificial generativa precisa gobernanza. Y esa gobernanza debe basarse en los derechos humanos. También debe ser capaz de promover una conducta empresarial responsable y la rendición de cuentas por los daños a los que contribuyen las empresas”, precisó.

Estado de las iniciativas regulatorias

En este aspecto, el referente de la ONU expresó que en la actualidad se reconoce la urgencia de una regulación para esta nueva realidad. Sin embargo, las diferentes iniciativas políticas son “inconsistentes y con frecuencia no dan a los derechos humanos el énfasis adecuado”.

De este modo, estas propuestas podrían derivar en un marco regulatorio fragmentado y con diferentes definiciones de conducta ética. Es decir, normativas aisladas, sin articulación internacional y portadoras de criterios disímiles respecto de las conductas dañosas.

Debido a esta carencia de consistencias, Turk arribó a la conclusión de que todos los Estados deben proteger a las personas “de los abusos contra los derechos humanos inducidos por la inteligencia artificial” Para alcanzar esta meta, “todos los Estados deben alinear sus marcos regulatorios con sus obligaciones marcadas en las leyes de derechos humanos”.

En lo que respecta a las empresas, el referente del organismo mundial, remarcó que las mismas deben procurar que sus algoritmos de IA, procesos operativos y modelos de negocio aseguren el respeto por los derechos fundamentales de las personas.

En esta línea, agregó que las compañías que utilicen estas tecnologías, deben tener en cuenta a las poblaciones de mayor riesgo y evitar los abusos contra estos derechos básicos en las decisiones comerciales y de diseño.

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Volker Turk exigió una IA con un enfoque global y colaborativo. Crédito: Cosmos Thrace

Un enfoque con responsabilidades y reparaciones

Por otro lado, Volker Türk se refirió a una “rendición de cuentas” para las organizaciones o empresas que puedan incurrir en un daño de esta naturaleza. Además, abogó por un “remedio efectivo para las víctimas de abusos inducidos por la inteligencia artificial”.

“Las empresas de tecnología deben reconocer su responsabilidad y los beneficios sociales de contribuir a sistemas de reparación que funcionen. Y, en última instancia, los Estados tienen el deber fundamental de garantizar la reparación de los daños a los derechos humanos, incluso obligando a las empresas a tomar las medidas adecuadas”, precisó.

“Tenemos que asegurarnos de que la protección de los derechos de las personas esté en el centro de ese enfoque. Esto requiere no sólo diálogo, sino una acción que se base en la sabiduría colectiva y la orientación de los marcos establecidos”, sostuvo.

FUENTE: https://www.notaalpie.com.ar/2023/12/04/la-onu-alerto-acerca-de-la-ia/