Censadas, desalojadas y con falsas promesas de tener una vivienda digna, cientos de familias aún esperan una respuesta por parte del gobierno de Axel Kicillof, quien prometió un presupuesto destinado a construir viviendas que nunca llegaron.
En plena pandemia y con la cuarentena en su etapa más cruda, se produjo el desalojo más grande de la historia en la Provincia de Buenos Aires. En la localidad de Guernica miles de familias sin hogar junto con organizaciones sociales se instalaron en un predio de 100 hectáreas y fueron expulsades el 29 de octubre de 2020.
A fines de mayo de este año, el gobernador Axel Kicillof anunció que el Gobierno provincial iba a destinar un presupuesto de $1.098 millones para edificar 160 viviendas. Ocho de las mismas serían para personas con discapacidades y el proyecto también incluía veredas, forestación y equipamiento para el barrio.
El proyecto se iba a realizar en el predio en donde dos años atrás unas dos mil familias sin vivienda habían sido desalojadas en plena pandemia. Finalmente, nada de esto sucedió.
Es por ello que las familias damnificadas se volverán a movilizar hacia el Puente Pueyrredón y la gobernación ubicada en la Ciudad de La Plata. En ese marco, denuncian que el Ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, incumplió con las soluciones habitacionales prometidas.
Promesas incumplidas
Desde el Ministerio de Desarrollo aseguran que invirtieron más de $150 millones. Sin embargo, la solución habitacional no llega, por lo que las personas desalojadas realizarán protestas, cortes, manifestaciones y acampes.
Esto será en el marco del próximo sábado 29 de octubre, a dos años del desalojo realizado en el predio de Guernica. En ese sentido, las organizaciones sociales que participaron de la mesa de diálogo con autoridades bonaerenses señalaron que “se incumplió lo pactado” con las casi tres mil personas que formaban parte de la toma.
Además, durante la movilización se buscará cuestionar la situación crítica del país. De la cual, la vivienda no se escapa a esta realidad. Según los últimos datos reportados por la Subsecretaría de Hábitat del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, el déficit habitacional en la Provincia de Buenos Aires alcanza a 2.284.136 hogares.
Aquel 29 de octubre
Tras semanas intensas de negociaciones y la orden emitida por la Justicia, más de 4.000 efectivos de la Policía Bonaerense encabezada por Sergio Berni (la misma fuerza que hace días mató a un hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata), produjeron el desalojo de las tierras en Guernica.
Efectivos policiales derribaron las casillas y cortaron los alambres que delimitaban las tierras ocupadas. Se escucharon detonaciones y columnas de humo, una práctica recurrente en la policía bonaerense. La mayoría de las casillas fueron quemadas y no quedó casi nada.
Minutos después, Berni aseguró: “Ya está todo desalojado”. Las imágenes y testimonios fueron impactantes. Si bien cientos de familias desalojaron en paz, algunas resistieron y recibieron toda la violencia posible de la policía.
Los terrenos ahora desalojados habían sido reclamados por sus propietaries. Eran unas 100 hectáreas ocupadas en julio pasado por unas 1.200 familias que vivían en Guernica y en los distritos de Almirante Brown, Lomas de Zamora, San Vicente, Florencio Varela, Ezeiza y Esteban Echeverría.
El operativo se concretó luego de varias semanas en las que el Gobierno bonaerense entabló negociaciones con los ocupantes, realizó un censo y pudo avanzar con la desocupación pacífica por parte de la mayoría de las familias.
Desde la Unidad Piquetera, uno de sus referentes sintetizó el conflicto: “Se cumplen dos años del violento desalojo de la policía bonaerense al predio de Guernica y la situación no puede ser peor. El lugar está abandonado, solo custodiado por las fuerzas de seguridad. No se hizo absolutamente nada, es decir que el desalojo no sirvió para nada”.