Agroquímicos: El particular método para limpiar la pulverizadora de una empresa que presta servicios

En su establecimiento de la vecina localidad de Manuel Ocampo, Marcelo y Carlos Testa adoptaron un innovador sistema de cama biológica. Así, la empresa suma un plus a una estrategia de manejo sustentable que viene liderando desde hace años, a través del sello Agricultura Sustentable CertiTcada de Aapresid y de la norma IRAM 14130, de buenas prácticas para contratistas rurales.

El uso de camas biológicas es un proceso de biodegradación de restos de Ttosanitarios. Se trata de sistemas altamente efectivos para el manejo de restos del enjuague y lavado de equipos de pulverización y de siembra.

“Es importante aclarar que la cama biológica no es un lugar donde se tiran restos de productos sino un lugar físico donde se termina de lavar el equipo pulverizador”, remarcó el líder de la Trma con más de 30 años de experiencia en prestación de servicios y que también arrienda establecimientos para la producción con la más alta tecnología digital para el monitoreo.

“El objetivo es ser más e@cientes en el uso del agua y de @tosanitarios, y en ese sentido, el éxito va ligado a las buenas prácticas a lo largo de todo el proceso de aplicación: desde el momento que se calcula la cantidad de caldo necesario para aplicar en un lote, se plani@can las mezclas evitando generar incompatibilidades entre productos, hasta el monitoreo de condiciones ambientales durante la aplicación”, explicó Testa a Clarín Rural.

Este proyecto nació hace 4 años, cuando la Trma Bayer propuso a la empresa la instalación de este sistema de camas biológicas “Phytobac” en su establecimiento. La aceptación fue inmediata pensando en un ecosistema ambiental en el que vivimos y en lo que esto podría sumar a la certiTcación ASC e IRAM.

Desde el punto de vista económico, “si bien existe una inversión inicial, es importante el convencimiento del proyecto, cuando pensamos en el cuidado del ambiente”, remarcaron Marcelo y Carlos.

El paso a paso hasta la puesta en marcha

La planiTcación consiste en confeccionar una plataforma de hormigón con el formato de la pulverizadora en posición de trabajo – parte central y botalón desplegado-. Tiene una inclinación para que el agua de lavado de la máquina escurra a una cámara y bombee hacia un tanque pulmón de una capacidad de 6 mil litros, que riega por goteo a 24 bines o contenedores que tienen la cama biológica -mezcla 50 por ciento tierra y 50 por ciento paja de trigo- donde los microorganismos de la tierra degradan los restos de Ttosanitarios. Al ser un circuito cerrado, toda el agua que no se llega a degradar vuelve a ser regada sobre los bines.

“El sistema está automatizado de manera que se controla el momento y la duración del riego, se regula que la cama esté siempre a capacidad de campo para mantener la actividad microbiana; y para que todo funcione correctamente es clave contar con el personal capacitado”, explicó el contratista y productor pergaminense.

¿Qué pasa con los excedentes del caldo de pulverización?
Testa aseguró que “las camas biológicas vienen a e@cientizar el proceso @nal de todo un sistema que debe ser manejado bajo

buenas prácticas agrícolas. En este sentido la certi@cación de Aapresid es un sello al buen manejo de nuestro campo”.

Al phytobac van los restos de lavado de un equipo que ya viene enjuagado del campo y para evitar excedentes de producto es fundamental el correcto cálculo del caldo. “Aplicamos con la cantidad justa para las hectáreas aplicadas, de manera que con el primer enjuague a campo, se logre terminar la aplicación”, precisó.

Se trata de “minimizar el uso de agroinsumos y reducir el impacto ambiental. Cada vez más se debe pensar en el cuidado de nuestra materia prima, el suelo”.

Entre 2021 y la mitad de 2022, cerca de 1300 personas visitaron la chacra de la familia Testa, desde Alemania, España, Uruguay, Brasil y otras partes del mundo.