Negar la contaminación ambiental “es una tendencia muy común de la clase política»

El glifosato ya es un potencial cancerígeno presente en Pergamino y los cientíWcos buscan intensiWcar la concientización sobre otros modelos sustentables para evitar mayor daño al medioambiente y fundamentalmente a la salud. “La ciencia independiente ya habló y viene hablando desde hace años”, aWrmó el reconocido investigador, Damián Marino, quien reclamó: “Falta que las personas que tienen a cargo la gestión pública actúen en sintonía”

Las poblaciones cercanas a los campos de cultivo tienen una tasa de tumores mayor que la media, según estudios de distintas universidades argentinas, como la de Rosario (UNR) y La Plata (UNLP).

En Argentina, el uso del glifosato y de otros pesticidas no paró de crecer durante la década pasada. Según un estudio realizado en 2014 por el Ministerio de Salud, el comercio de productos Wtosanitarios -plaguicidas y fertilizantes- aumentó un 48,7 por ciento entre 2002 y 2008. Ese año, se comercializaron un total de 225 millones de litros de estos químicos, de los cuales cerca de un 75 por ciento fueron herbicidas.

Las empresas comercializadoras de este tipo de productos (Monsanto, Syngenta, Dow AgroSciences, Bayer y Atanos) aseguran que sus estudios demuestran que el glifosato no es perjudicial para la salud humana en lo que llaman “abrumadora evidencia cientíWca”.

Pero desde 2019, en el Partido de Pergamino y por intervención de la Justicia Federal, con estudios de distintos organismos, se comenzó a advertir sobre los alcances nocivos del glifosato, a partir de las consecuencias en la salud de personas, de distintas edades, que residen -o vivían- en los barrios Villa Alicia, La Guarida, Luar Kayad y Santa Julia.

 

Los diversos relevamientos en personas de las zonas fumigadas demuestran daño genético respecto a un grupo de control, el que está asociado con la exposición a plaguicidas.

Los investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP advierten que los residuos de este peligroso herbicida con potencial carcinogénico están presentes, en diferentes concentraciones, en la lluvia que cae en nuestra ciudad, en los peces del Arroyo, en distintos alimentos, en todo el sistema ambiental.

El glifosato es un herbicida de amplio espectro, desarrollado para la eliminacion de hierbas y de arbustos. Tiene efecto por contacto con las hojas y algunos estudios proponen su traslocación desde las raíces. El uso de este herbicida es objeto de controversia desde el punto de vista toxicológico y ambiental.

Los pergaminenses y los habitantes del norte bonaerense como el sur de Santa Fe tienen una exposición continua y sostenida a este compuesto ya otros tantos plaguicidas.

En virtud de las recientes declaraciones del intendente municipal, Javier Martínez por el 75o añiversario de la Estación Experimental de Bayer en Fontezuela, la problemática volvió a estar en agenda y en la preocupación de muchos sectores de la ciudad.

En ese marco, el doctor en Ciencias Exactas, especializado en química orgánica e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones CientíWcas y Técnicas (CONICET) y

docente de la Facultad de UNLP, Damián Marino , destacó el potencial cancerígeno del glifosato.

“Ciudades que son más pequeñas y tienen zonas productivas cerca, tienen una mayor carga de plaguicidas en el aire. Las malezas ya resisten al glifosato. La solución ha sido aumentar la dosis de este plaguicida y no compensar la forma de producir. Siempre se usa más, más frecuente y mezlcada con sustancias”, explicó a Pan&Circo de RADIO MAS (FM 106.7) .

Nuestro país Wgura en el primer puesto a nivel mundial en la cantidad de utilización de plaguicida por habitante por un año: 10 litros por habitante cada 365 días.

“En Argentina se ha dejado de tener registro oZcial desde 2012 y eso no es casual. Es una decisión deliberada” , sostuvo.

Pergamino se encuentra en la zona de mayor riesgo debido a la producción agrícola, con gran relevancia nacional donde los modelos productivos están lejos de ser sustentables o cuidar la salud de la población. Aquí resulta indispensable el rol político para frenar el uso indiscriminado de plaguicidas y proponer prácticas menos dañinas al medioambiente ya los habitantes.

El intendente Martínez hizo precisamente el miércoles, en Bayer, una vaga referencia al conkicto que atraviesa la ciudad con la Justicia por fumigaciones irregulares y la contaminación del suelo y el agua de la ciudad. Lejos de reconocer el problema, se escudó en estadísticas que no se conocen.

“Esa es una tendencia muy común de la clase política, lo que pasa en Pergamino es un escenario típico. Es un desafío gubernamental, es un modelo agotado” , dijo Marino .

“Hay que rediscutirlo, pensar cómo salimos y un proceso de transformación. Por ejemplo, comenzando a regular algunos plaguicidas, para ir a un modelo de producción más saludable” , dijo el experto.

 

“El daño genético se transmite a las próximas generaciones, eso es el futuro hipotecado. Las consecuencias de exposiciones a contaminantes ambientales evitables, como plaguicidas” , añadió Damián Marino , quien remarcó que “cuando uno habla de ciencia es bueno hacer un análisis del con^icto de intereses”.

Para el cientíWco, de entre los más jerarquizados de Latinoamérica, “hoy hay evidencia sobrada en el mundo y Argentina, demostrando el problema de perspectivas. Posiblemente, el desafío de la clase política general y Pergamino, es un tema pendiente” , aseveró a RADIO MAS (FM 106.7) .

Según estudios que se vienen realizando en la capital de la Provincia, el alcance de los agroquímicos como el glifosato ya está en al aire. “Agregamos el componente del aire, los estudios son de 2016. La presencia de glifosato llegó al aire. En La Plata, hemos encontrado presencia de glifosato en la lluvia y la zona agroproductiva está muy alejada del centro como Pergamino, Arrecifes o Ramallo, que es el núcleo productivo del país. Es un tema o situación que nos deja a todos expuestos desde el punto de vista ambiental” porque “no podemos decidir si vamos a respirar o no”, sostuvo.

En el caso de nuestra ciudad, el cientíWco celebró que se haya establecido una distancia regulatoria en cuánto al uso de agroquímicos en la producción agrícola ya que supone una mejora.

Sin embargo, el foco del problema radica en revaluar las prácticas agrícolas en su conjunto ya que el modelo actual está agotado.

“La ciencia independiente ya habló y viene hablando desde hace años. Cuando los organismos independientes toman la ciencia independiente dicen que el glifosato es cancerígeno; falta que las personas que tienen una carga la gestión pública actúen en sintonía” , sentenció Damián Marino .