Pasaran los años y los años Y las Malvinas volverán a la Soberanía Territorial Argentina

Por Mario Mazzitelli.

Pasarán los años y los años, y llegará el momento en que una nueva generación de ingleses dejen atrás su vocación colonialista e imperialista, y se dispongan a devolver las Malvinas. Restituirlas de la mejor manera a la integridad del territorio argentino.

Así como el ladrón, a punta de pistola, pone en tela de juicio un patrimonio legítimamente poseído y reconocido por la comunidad; los piratas ingleses, a través de actos de fuerza militares, diplomáticos y económicos, arrebataron y mantuvieron la posesión colonial sobre el archipiélago argentino. A diferencia de las 40 toneladas de pesos plata, robados durante la primer invasión inglesa a Buenos Aires y que nunca devolvieron; los ingleses deberán devolver las Malvinas y todas sus posesiones mal habidas en el Atlántico Sur Occidental. Así será, inevitablemente.

Pero llegado ese momento, no alcanzará con eso, deberán mostrar arrepentimiento por sus crímenes cometidos en nuestras tierras y en nuestros mares.

Nosotros nunca nos olvidaremos del crimen del ARA General Belgrano, cometido el 2 de mayo de 1982, por el instinto asesino, guerrerista y prepotente de Margaret Thatcher y sus amigos conservadores. Como no olvidaremos los 649 compatriotas muertos por el enemigo durante la contienda. Como tantos otros crímenes cometidos o alentados por la “pérfida Albión”.

Mientras llega ese tiempo, Argentina debe hacer mucho más. Junto a nuestra predisposición a construir una relación de respeto; debemos asumir acciones que representen para el país colonialista un costo económico, político y diplomático muy superior al beneficio de mantener su posesión por la fuerza.

Deberíamos dejar claro que nuestro camino es la paz y la diplomacia. Pero la cuestión Malvinas nos exigirá: recuperar nuestras fuerzas armadas, hacerle pagar consecuencias al enemigo y asumir que también para nosotros habrá un precio. La dignidad es una fuerza moral que asume un pueblo cuando quiere ser libre. Y, sin dudas, representará un esfuerzo colectivo. Que si está bien repartido será justo y llevadero con orgullo.

La Patria es un proyecto inconcluso mientras no se den una serie de condiciones: elevación social, económica, educativa y cultural; integridad territorial; unión latinoamericana; etcétera. No sentiremos plena de realización el plan de progreso, independencia y libertad que proyectaron nuestros próceres, hasta tanto no hayamos logrado la soberanía sobre nuestro territorio. En esa intersección, los habitantes de Malvinas, sentirán que la razón de pertenecer al polo político más cercano les trae más beneficios que disgustos. Y si hasta ahora los nacidos en Malvinas no reconocen su identidad argentina, a partir de entonces empezarán a saber que es lo mejor que les podría haber pasado.

Malvinas es una lucha del pueblo, asumida por millones de americanos que viven mayoritariamente al sur del río Bravo. «América para los americanos», dijo el presidente de los EEUU James Monroe en 1823. Doscientos años después, sabemos que se repetía en suelo americano la doctrina de hegemonía imperialista heredada de la peor Europa. Por eso durante la guerra EEUU jugó a favor de la potencia extra continental. En cambio América Latina abrazó en socorro de su hermana avasallada. “He aquí mis vecinos. He aquí mis hermanos”.

El enemigo sembró, en parte de la dirigencia argentina, semillas de colonialismo. Como siempre encubiertas por la palabra Libertad. Generando la contradicción de hablar de Libertad en un país donde el colonialismo la aplasta y la anula. Para lograr la Libertad individual y colectiva, antes debemos lograr la plena Soberanía Nacional.

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas. Este 2 de abril rendimos homenaje a nuestros héroes. Los que, en cumplimiento del deber, pagaron un enorme precio personal. Dejando su vida en la contienda, arrastrando mutilaciones, daños psicológicos y muchas veces falta de reconocimiento. Son, en todos los casos, faros que alumbran el futuro; fuerzas morales, razones de vida que nos harán invencibles en ésta reivindicación histórica.