El ISEPCI presentó su Indicador Barrial de Situación Nutricional

El Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) presentó el Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN) el pasado miércoles en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los relevamientos que dan cuenta del estudio se realizaron en 23 provincias, donde se censaron a más de 47 mil niñes y adolescentes.

Del sondeo participaron 1400 promotores de salud colectiva en más de 1400 espacios comunitarios. Los datos resultantes del trabajo son útiles para obtener información sobre la situación nutricional de niñes y adolescentes del país. Una de las finalidades del relevamiento se orienta a la detección precoz de la malnutrición.

Según la definición de la entidad, “el índice del IBSN representa un valor cualitativo y cuantitativo construido mediante la metodología de Investigación Acción Participativa (IAP)”. Este indicador “permite detectar la malnutrición en niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años residentes en barrios vulnerables de todo el país”.

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La labor territorial busca “fortalecer e instituir la conformación de Redes Barriales de Vigilancia Nutricional” afirman desde el ISEPCI. Créditos: Estela García.

Distribución del producto social y malnutrición

Laura Lonatti, Coordinadora del área de salud colectiva, abrió la presentación de la investigación que tuvo lugar en el aula 8 de la sede universitaria. La referente de la organización dio cuenta del objetivo del relevamiento, su implementación y de la participación activa de los colaboradores en los distintos centros comunitarios que fueron sondeados.

Luego, el Director de la institución Isaac Rudnik señaló que la principal causa objetiva de la malnutrición se expresa en los 17 millones de personas (7,7% de la población) que viven bajo la línea de pobreza y los 4 millones por debajo de la línea de indigencia (3,5%). Esto se traduce en que muchas familias no pueden satisfacer sus necesidades básicas, detalló el referente.

Rudnik explicó que, tras la pandemia, durante los años 2021 y 2022 tuvo lugar un crecimiento del producto nacional. Sin embargo, los índices de pobreza e indigencia disminuyeron muy levemente. Los beneficios del crecimiento no llegaron a esos sectores y en definitiva la cantidad de personas bajo esas situaciones se mantiene en los mismos valores entre jóvenes y adultos.

“Lo que hay que cambiar es la estructura del país, que permita que cuando el país crece, sencillamente los recursos se distribuyan de una manera que las personas que están en las condiciones más graves, que sufren carencia de necesidades básicas puedan efectivamente incorporar una parte de los beneficios de ese crecimiento”, subrayó el director del ISEPCI.

Lonetta por su parte precisó que el método de “participación acción supone que los mismos que recaban los datos son los propios vecinos y vecinas del barrio que intervienen en conocer el problema establecer un estado de situación y pensar estrategias de resolución”.

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El IBSN vincula indicadores antropométricos con los de acceso a la alimentación. Créditos: Estela García.

Algunas cifras y datos del IBSN

De la abultada y variada información que resultó de este trabajo, se destacan algunos aspectos significativos. Por ejemplo, la dimensión que se refiere al peso en relación a la franja de edad en período de lactancia (0 a 2 años): de un total de 3880 casos relevados, 1092 (28,1%) presentaron malnutrición.

La variable anterior expresa la masa corporal alcanzada en relación con la edad cronológica según sexo. Dentro del mismo rango de edad, pero atendiendo a la relación talla/peso sobre un total de 3798 casos, el 18,2%, es decir 691 relevados se encuentran en condiciones de malnutrición.

Según el Índice de Masa Corporal (IMC) en referencia a la edad, presentaron malnutrición 4518 niñes (28,4%) sobre un total de 15887 casos en el rango de la primera infancia (2 a 6 años). Dentro de la misma relación, pero de la segunda infancia (6 a 10 años), de un total de 14832 casos mostraron malnutrición el 48,3% (7161 niñes)

En la misma línea de referencia entre IMC y franja de edad, los datos que corresponden al segmento adolescente (10 a 18 años) tienen como resultado que, de un total de 12909 jóvenes, 5873 casos (el 45,5%) registran condiciones de malnutrición.

Por otro lado, el estudio del ISEPCi, calculó el costo de una “canasta saludable” que aporta nutrientes esenciales para el desarrollo integral de les niñes y adolescentes según su edad. La escala de valores se inicia desde 9752 pesos mensuales por niñe entre 6 y 11 años, hasta alcanzar la más alta con un valor de 38173 pesos mensuales para dos personas de ese grupo etario.

Por último, sobre el cierre de la presentación, la Coordinadora del área de salud colectiva concluyó diciendo que “Tenemos una tarea por delante, nuestra organización va a presentar una propuesta política porque queremos ser gobierno. Si no somos gobierno no se transforman las políticas públicas así que vamos, por eso tenemos un gran desafío”.

FUENTE: El ISEPCI presentó su Indicador Barrial de Situación Nutricional | Nota al Pie | Noticias en contexto

ESCRITO POR: Jorge Omar Mato