Según la ONU, las poblaciones de invertebrados, como las abejas y las mariposas, encuentran cada vez más difícil sobrevivir a las consecuencias de la acción humana, ya sea el cambio climático, las fumigaciones o el uso de agrotóxicos.
Si te preguntaste por qué los insectos ya no son parte del día de campo, o no suenan los grillos en el jardín las noches de verano, la razón es muy simple: están desapareciendo. Según la Organización de Naciones Unidas(ONU), el 35% de polinizadores invertebrados, como abejas y mariposas, se encuentran en peligro de extinción. Entre las causas principales de esta trágica realidad se encuentran el cambio climático, las fumigaciones y el uso de agrotóxicos.
Las acciones mencionadas producen que los insectos pierdan su hábitat natural. De este modo, el daño ambiental causado por la forma de producción que arrasa con el planeta está dando señales que podrían significar grandes pérdidas en el agronegocio. Por ejemplo, se estima que un 75% de los cultivos alimentarios están en riesgo por la falta de sus polinizadores naturales.
Por otro lado, nuevas investigaciones afirman que insectos como los grillos pueden ser el alimento del futuro. En el último año se han probado pastas, pan y budines creados con una suerte de “harina” que resulta de la molienda de este pequeño insecto. Los primeros estudios, en relación a este nuevo ingrediente, arrojaron que los grillos pueden ser aprovechados para el consumo humano por su aporte nutricional. Algo que en algunos países asiáticos ya forma parte de su dieta habitual.
Una extinción silenciosa
En diálogo con Télam, el investigador del Conicet del Instituto de Biología Subtropical (IBS), Gustavo Zurita, se explayó en relación a cómo se arribó la problemática. “Es un problema que empezó a registrarse en los últimos años, algunos lo llaman el ‘parabrisas limpio’ porque si te fijas cuando salís a una ruta ya no se te llena de insectos el auto”, señaló.